Para poder definir qué es el melasma, primero es necesario conocer que la pigmentación de la piel (por hiperproducción de melanina) es un mecanismo de defensa de la piel para protegerse de los radicales libres producidos por la radiación solar. El problema, surge cuando esta pigmentación se hace de forma desordenada.
Se genera un exceso de producción y un reparto irregular de la melanina que desemboca en la aparición de manchas hiperpigmentadas.
Cuando hablamos del melasma facial nos referimos a un tipo de manchas que son adquiridas, crónicas, simétricas y tienen los bordes irregulares. Son más frecuentes en las mujeres morenas fototipos III y IV. La enfermedad del melasma, se clasifica en melasma epidérmico, dérmico y mixto. Puede ser moderado o grave. Y según su localización facial: centrofacial (frente, nariz, labio superior y mentón), malar (mejillas), mandibular (en la zona maxilar).
Causas del melasma
El melasma aparece con frecuencia durante el embarazo, es conocido como cloasma o paño de embarazada, pero también puede darse en mujeres que utilizan anticonceptivos orales. Por lo tanto, está claramente relacionado con la estimulación hormonal. Apenas hay pacientes hombres con este padecimiento.
Las causas exactas que provocan la aparición del melasma no se conocen del todo, existen múltiples factores implicados en su etiopatogenia: predisposición genética, exposición al sol, influencia de hormonas, procesos inflamatorios de la piel, uso de determinados cosméticos y fármacos fotosensibilizantes.
Y hay una evidencia histológica de un aumento en el número, tamaño y densidad de los vasos capilares sanguíneos en la dermis de las lesiones pigmentadas de melasma y un aumento del factor de crecimiento vascular endotelial (vegf). Por tanto, a día de hoy sabemos que más del 80% de los melasmas tienen un componente mixto, es decir, que hay exceso de dos pigmentos: el marrón de la melanina y el rojo de la hemoglobina.
Esta complejidad hace que su tratamiento y su manejo sea también complicado y nada tenga que ver con las manchas comunes de envejecimiento y de exposición al sol (léntigos solares con forma redondeada, nevus melanocíticos o lunares).
Cómo tratar el melasma facial
Ninguna terapia ha demostrado individualmente ser beneficiosa en todos los pacientes como terapia única. Para optimizar los resultados normalmente hay que realizar una combinación de los diversos tratamientos. En el tratamiento del melasma es importante tener en cuenta esta combinación de terapias, pues es de especial dificultad. Hay que reseñar que son tratamientos largos, que deben individualizarse en función del problema y el tipo de piel y hay que asociarlos a una fotoprotección contínua. Aunque el resultado es satisfactorio hay una importante tendencia a las recaídas y las pigmentaciones pueden reaparecer.
En Cosmeceutical Center tratamos el melasma láserterapia, luz pulsada intensa o exfoliación química en función del diagnóstico. Aquí tienes más información sobre estos tratamientos.
En el tratamiento del melasma facial, la individualización del protocolo a seguir es básico. Por ejemplo, en casos de melasma mixto, lo primero es tratar el componente vascular con un láser vascular que va a permitir cerrar esos vasitos superficiales. Después volvemos a reevaluar y comprobamos que hemos eliminado ese componente vascular. La mancha ya está reducida y, ahora sí, podemos tratar la mancha marrón del paciente sin riesgo del efecto rebote que podíamos tener al principio (que la mancha empeorase). Sería el momento de realizar peelings despingmentantes o láser o IPL para tratar la mancha marrón.
Después de cualquier tratamiento, es imprescindible recordar que el mantenimiento del buen resultado de la piel, depende sólo del paciente. De por vida, tendrá que utilizar filtro solar además de una pauta domiciliaria con activos despigmentantes que aplicará por las noches como mantenimiento que garantice un tiempo de resultados satisfactorios.
Actualmente como tratamiento domiciliario, el uso de despigmentantes tópicos es el estándar de oro en el tratamiento tópico del melasma facial. En CC prescribimos la rutina cosmecéutica domiciliaria más acorde para cada caso (previo estudio exhaustivo de las necesidades del paciente) basada en una selección y combinación de los siguientes activos despigmentantes :
Hidroquinona:
Es un agente fenólico despigmentante tópico, que se puede utilizar de forma tópica hasta en 4%; no tiene efectos adversos sistémicos de relevancia. Los principales efectos adversos cutáneos incluyen dermatitis por contacto irritativa y alérgica, pigmentación postinflamatoria, ocronosis y decoloración ungueal, por lo que se debe utilizar con precaución. La hidroquinona en combinación triple que incluye retinoide tópico más esteroide tópico (fórmula de Kligman y posteriores modificaciones) es más efectiva, segura y mejor tolerada que la hidroquinona en monoterapia, por lo que se puede usar en casos graves, bajo estricta vigilancia médica.
Niacinamida (vit. B3):
Antinflamatorio, restaura el equilibrio de la epidermis, mejora la función de la barrera cutánea, elimina la transferencia melanosoma de los melanocitos hacía los queratinocitos. Se utiliza para indicaciones como la sequedad cutánea, léntigos o melasma. Ayuda a reducir las manchas oscuras y la inflamación a la vez que mejora la apariencia global de la piel. La niacinamida puede ser útil en el tratamiento del melasma epidérmico, en concentraciones a partir del 4% en monoterapia o, preferentemente, combinado.
Ácido Fítico:
Un agente efectivo despigmentante, que reduce la formación de melanina. Se encuentra de forma natural en la mayoría de cereales, legumbres y semillas. Tiene propiedades quelantes de iones metálicos especialmente cobre y hierro que le confieren las propiedades inhibidoras de la tirosinasa y por lo tanto inhibe la formación de melanina por parte de los melanocitos.
Ácido azeláico:
Actúa como un competidor débil reversible inhibidor de la tirosinasa. Esta molécula puede tener efectos citotóxicos y antiproliferativos en los melanocitos, posiblemente al interferir con la respiración mitocondrial y síntesis de DNA en melanocitos anormales. Otro mecanismo de acción posible incluye el descenso de la formación de radicales libres.
Ácido kójico:
Sustancia antibiótica aislada de un Aspergillus oryzae o Penicillium y obtenida por biotecnología. Actúa por inhibición de la tirosinasa formando sales con el cobre. Para su uso tópico sólo en concentración de 2%, que es la concentración considerada segura; sin embargo, en monoterapia es efectivo sólo al 4%, y con un efecto despigmentante débil. La adición de kójico al 2% a otros despigmentantes aumenta la efectividad de la mezcla en el tratamiento del melasma. Su problema es que es muy inestable y fácilmente se oxida. Para evitar los problemas de estabilidad, los formuladores de productos cosméticos a menudo seleccionan dipalmitato kójico como alternativa al ácido kójico puro. El dipalmitato kójico se considera que es menos inestable, sin embargo no hay estudios que confirmen su eficacia como aclarador de la piel, como el ácido kójico puro.
Ácido tranexámico:
es un derivado sintético de la lisina, con acción antifibrinolítica y hemostática, de uso off-label en melasma, que por vía oral en dosis de 500 a 750 mg cada 24 horas se puede utilizar en melasma por periodos no menores a 12 semanas. Debe indicarse junto con medidas de fotoprotección, solo o combinado con otros despigmentantes.
Polypodium leucotomus:
se obtiene del helecho sudamericano del mismo nombre; ha demostrado tener muy baja capacidad despigmentante, aunque sin efectos adversos de relevancia, por lo que sólo se sugiere su uso como coadyuvante en el tratamiento del melasma.
Melatonina:
La melatonina es una hormona sintetizada y secretada por la glándula pineal con efecto antioxidante y barredor de radicales libres, además de inhibir la hormona estimulante del melanocito; con una baja capacidad despigmentante y sin efectos adversos importantes.
Quimioexfoliación superficial:
La quimioexfoliación (superficial y media) con ácido glicólico, tretinoína, ácido salicílico, ácido tricloroacético, ácido láctico u otro ácido aminofrutal se utiliza como un procedimiento coadyuvante para el melasma epidérmico, incluso el mixto.
Cómo prevenir el melasma facial
Debemos tener en cuenta en qué circunstancias estimulamos la hormona melanocito estimulante (MSH) y sus consecuencias de hiperpigmentación. En este sentido habrá factores internos más complicados sobre los que a veces no podamos intervenir (trastornos ginecológicos, hipofisarios, hepáticos, tiroideos, suprarrenales, perimenopausia, estados carenciales, etc.) pero hay cosas que sí podemos hacer como:
Evitar factores desencadenantes del melasma facial como la sobre exposición a radiación UVA, UVB, Infrarrojos e incluso la luz visible.
Evitar el uso de anticonceptivos hormonales y fármacos fotosensibilizantes.
Utilizar Fotoprotección de forma diaria, constante y permanente. La aplicación del fotoprotector debe realizarse cada tres o cuatro horas, capa sobre capa, la cantidad suficiente que cubra generosa y ampliamente el área a tratar. El filtro solar es un básico que no debe faltar ni en invierno ni en verano. Haga sol o llueva.
Cambio de hábitos: uso de ropa y complementos (sombreros, gafas, paraguas o sombrillas, etc.) para el tratamiento y control del melasma facial.
Si necesitas ayuda para tratar el melasma, nuestro equipo de especialistas en piel de Cosmeceutical Center estudiaremos tu caso y te daremos la prescripción más adecuada según tus necesidades. Contacta aquí.