Existen varios productos que presumen de ser excelentes blanqueadores y los mejores aliados a la hora de hacer desaparecer manchas y demás imperfecciones causadas por el sol y los efectos del paso del tiempo.
Sin embargo, es mucha la desinformación que se tiene acerca de ellos y de los efectos secundarios que pueden provocar en nuestro cuerpo. Por eso he decidido escribir este artículo a fin de disipar las dudas que os hayan podido surgir, o desmentir mitos que os hayan podido llevar al error con respecto a la despigmentación.
En primer lugar, vamos a hablar de la HIDROQUINONA;
Es una sustancia química hidroxifenolica, y es probablemente, el ingrediente más conocido utilizado en el cuidado de hiperpigmentación de la piel hasta la fecha. Durante casi medio siglo, la hidroquinona se ha considerado como un estándar de activos para el tratamiento de manchas de la edad, el melasma, hiperpigmentación post-inflamatoria y otros tipos de decoloración de la piel.
Su mecanismo de acción se basa en su capacidad de inhibir la tirosinasa, y también muestra la capacidad de degradar los melanosomas.
Las desventajas de esta sustancia incluyen irritación, hipopigmentación de la piel sana alrededor de las manchas oscuras tratadas, pos-hiperpigmentación inflamatoria, dermatitis de contacto y eritema.
Además que su uso no está indicado para el blanqueamiento de la piel de grandes superficies pues esto supondría sobrepasar el límite de seguridad y toxicidad. Directamente, no es su uso, y no procede.
He visto con horror que en Internet, además, están lanzando productos con esteroides o mercurio para blanquear la piel, y no he podido más que espantarme ante tal situación.
El mercurio es directamente un agente tóxico que puede causar graves problemas psiquiátricos, neurológicos y renales.
Por no hablar de que la aplicación de esteroides (corticoides o corticosteroides) en grandes áreas de la piel puede producir problemas de salud en la piel como aumentar el riesgo de infecciones de la piel, infecciones por hongos, hipertensión, elevación de azúcar en la sangre, adelgazamiento de la piel, mala cicatrización de heridas, acné...
Pero el caso es que el proceso de despigmentación no es tan simple, no existe una sola, sino varías vías de acción dermatológica para corregir las manchas cutáneas.
2. Bloqueadores de la PAR-2 La PAR-2 es una enzima que transfiere los melanosomas a los queratinocitos, por lo cual bloquearla inhibe este proceso. En concreto, lo que se inhibe es que la pigmentación llegue a las capas superiores de la piel, donde llega a ser visible. Para ello se utilizan sustancias tales como la soja, vitamina B3 o niacina y derivados.
3.- Exfoliantes y renovadores
Menciono las dos palabras porque se puede incluir aquí el retinol, que técnicamente no es un exfoliante a pesar de las creencias populares sino un acelerador de la renovación celular que no es exactamente lo mismo (aunque sus efectos son semejantes a los exfoliantes, el retinol induce a las células a generar otras nuevas, pero el retinol no actúa propiamente exfoliando nada).
Entre los exfoliantes, el más destacable sería el ácido glicólico. Sea estimulando la renovación celular o sea mediante exfoliación, ambos métodos reducen por lógica la apariencia de las manchas.
Espero que esta información haya resuelto vuestras dudas, ya que desde hace un tiempo llevo viendo en Internet que este tema se ha puesto de moda, llegando al punto de que la gente no se preocupa por lo que realmente le está haciendo a su piel.
¿En qué quedamos? ¿qué se lleva? ¿La piel clara es sinónimo de un alto estatus o morimos en verano por un bronceado de vértigo y horas y horas de peligroso sol en la playa?
No entiendo nada. O se toma el sol con coca-cola y aceites varios para literalmente freírnos o despigmentamos hasta quedarnos sin piel? Parece que el lema de “en el término medio está la virtud” no está de moda.